mar. 16, 2021
La celebración del Día Mundial del Trabajo Social hace visible la importancia de nuestra profesión y reconoce el papel fundamental que desarrollamos en la sociedad.
Esta fecha conmemora “el compromiso, la contribución y la labor de nuestras/os profesionales como conocedoras/es de primera mano de la realidad social, líderes del cambio y la intervención social, e impulsores de la lucha y la garantía de los derechos sociales de la ciudadanía” (Consejo General del Trabajo Social).
El año 2020 y lo que llevamos de 2021 ha estado marcado por la pandemia mundial y la situación de distanciamiento social que ha provocado la COVID-19. Irremediablemente, las reflexiones profesionales sobre el trabajo social y los modelos de intervención no deben desvincularse de esta nueva realidad, ni desligarse de las cuestiones derivadas de esta situación, sirviéndonos de aprendizaje profesional.
¿Qué hemos aprendido en este tiempo de pandemia mundial?
La sociedad se ha visto inmersa en un estado de confinamiento que, de forma inevitable, ha tenido un mayor impacto en las personas más vulnerables, que han visto afectado su estado de salud y sus relaciones sociales. Dos dimensiones que determinan la situación de riesgo de las personas ante los efectos negativos generados por las medidas restrictivas y el confinamiento.
El distanciamiento social ha generado un empeoramiento de las relaciones sociales y de la salud física y emocional, la disminución o pérdida de las redes de apoyo, dificultades de elaboración del duelo tras los múltiples fallecimientos y el estrés provocado por todos estos efectos nocivos.
El análisis de los impactos que esta situación ha originado en las personas no hubiera sido posible sin el conocimiento de su realidad social, lo que ha permitido que la profesión haya desarrollado nuevas formas de intervención social. Así, se han promovido estrategias de transformación en cada uno de los ámbitos donde desarrollamos nuestra labor profesional.
En este periodo de tiempo en el que se ha disminuido el contacto presencial, el uso de la tecnología se ha visto reforzado ante la necesidad de “estar más cerca”, incorporándose como una herramienta de apoyo fundamental en la intervención social.
Por un lado, la tecnología contribuye en la mejora de la calidad de vida de las personas, permitiendo monitorizar de forma rápida y continua un elevado número de parámetros que ofrecen información precisa de su estado.
Por el otro, hemos comprobado cómo el soporte tecnológico puede ponerse al servicio del desarrollo de la labor profesional, explorando nuevas formas de intervención que agilicen los procesos de valoración, los trámites necesarios para beneficiarse de los recursos sociales y las estrategias innovadoras de intervención comunitaria.
Independientemente del ámbito público o privado en el que se desarrolle la actividad laboral del trabajo social, este periodo ha puesto de manifiesto que el trabajo en red de los profesionales sociales ha promovido que la población atendida se sintiera más acompañada y protegida, buscando alianzas con otras disciplinas y barajando con ellas nuevas formas de actuación online.
En nuestra compañía, hemos trabajado en esta línea y de forma transversal desde todos los departamentos, con el afán de dar respuesta a las personas usuarias y contribuir a mejorar sus vidas, tomando conciencia de que posiblemente, estábamos acompañándolos en uno de los procesos más difíciles vividos por nuestra sociedad y poniendo la tecnología al servicio y para el beneficio de las personas.
El tema elegido este año para conmemorar el Día Mundial del Trabajo Social está basado en la filosofía africana fundamentada en el trabajo en equipo y la cooperación “Ubuntu, yo soy porque nosotros somos”, popularizada por Nelson Mandela.
En este sentido, confío en que nuestra profesión, que está demostrando tanto compromiso en este momento social tan difícil, sea capaz de afianzar todo lo aprendido, identificar las cuestiones que no nos han permitido desarrollar las acciones previstas, aprovechar al máximo el margen de mejora que se ha evidenciado, explorar campos que permitan dar respuestas innovadoras e impulsar las políticas sociales que garanticen los derechos sociales de los ciudadanos. De esta forma, contribuiremos de manera inequívoca al fortalecimiento del sistema de servicios sociales.
